jueves, 6 de mayo de 2010

Primera oreja

Más composición que toreo

Madrid 6 de Mayo de 2010


1ª de Feria. Se lidiaron 5 toros de Salvador Domecq y 6º sobrero de Navalrosal. Desiguales de presentación, mansos, y poco juego en líneas generales. La corrida no deparó ninguna sorpresa, pues más o menos se esperaba lo que dio de sí. Toros nobles, bajos de raza de poco juego.


Abrió feria Curro Díaz, un torero muy del gusto de la afición de Madrid, y prueba de ello fue el resultado que obtuvo. En su primero un toro, mansito, sin fuerzas, bajo de raza pero de noble condición, Curro anduvo que ni fu ni fa, el toro pasaba pero Curro no conseguía cogerle el hilo al toro, pues todo se traducía en enganchones y falta de acople. Con su segundo un toro alto, manso también, Curro se centró más. Fue una faena de menos a más. Pues las primeras series, Curro acompañaba con medio muletazos más que torear. Se puso muy vertical, preocupado más de componer la figura que de torear y la gente fue entrando en la faena por la composición del torero. Porque toreo había poco, eso sí, destacando los excelentes pases de pecho a la hombrera contraria, pero en toreros consentidos por la afición estas cosas tienen su gancho. La faena fue subiendo poco a poco y la gente entrando a más. Lo mejor llego en la última serie, donde ahora sí Curro se preocupó más de torear que de componer consiguiendo la mejor tanda. El cierre de faena tuvo mucho gusto y torería, en especial una trincherilla adornado con un molinete, todo ellos muy despacio con temple y gusto. se volcó en la estocada, saliendo el toro muerto de ella. Todo ello unido y a la predisposición de la plaza con este torero, dio paso a la primera oreja de la Feria.


Juan Bautista contó con un primer toro justo de presentación, y protestado por el público, que cumplió a secas en el caballo y que tuvo movilidad y prontitud en las embestidas. Gallo realizó en su turno de quites un ajustado quite por chicuelinas. Bautista comenzó la faena por la derecha logrando ligar, en las dos primeras tandas. Pero la gente estaba encontra del toro desde su salida. Bautista no se confió por el izquierdo citando muy perfilero y muletazos embarullados todo se diluyó. Con su segundo Bautista pasó un mal rato, pues no se confió en ningún momento.


Gallo hacia su segundo paseíllo en Madrid en menos de una semana. Su primero fue un limusín, un toro achocinado y feo. Que ni tenía ni fuerza ni raza ni nada. No le quedó más remedio que abreviar. En el sexto un sobrero de Navalrosal, que llevaba desde principio de temporada en los corrales esperando su turno, por fin salió. Fue un toro manso, que sin embargo en la muleta tuvo varias arrancadas con importancia. Gallo pareció que podía hacer algo, estuvo firme, pero a la cosa faltó contundencia, pues el toro mezclaba buenas embestidas con otras más deslucidas. Aún así Gallo consiguió arrancar algún natural de mérito. Pero la gente estaba deseando salir de la plaza y no le consintieron el arrimón que se pegó, para demostrar que había querido.

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